2 may 2011

25º Aniversario de la pérdida de Henri Toivonen y los Grupos B

- No se aprecia el peligro hasta que la tragedia ha sucedido y entonces la única solución es ponerse manos a la obra para que estos sucesos no se vuelvan a dar.
La muerte de Toivonen en el Rally de Córcega trajo consigo el fín de una de las etapas doradas del campeonato de rallies, la Serie B.

Hubo un tiempo en que los rallies eran más emocionantes que nunca, los automóviles eran cada vez más rápidos y la tecnología de que disponían iba avanzando día a día hasta hacerlos cada vez más potentes y peligrosos.

Los primeros avisos: los accidentes de Vatanen y Joaquín Santos
El primer aviso fue el accidente de Vatanen en el Rally de Argentina de 1986, donde el piloto finlandés estuvo a punto de morir.
La cosa se complicó en el Rally de Portugal donde hubo muertos en el accidente de Joaquín Santos al volante de su Ford RS2000, en el que murieron tres espectadores y hubo numerosos heridos graves.
Pero lo que realmente fue la gota que colmó el vaso fue el accidente de Henry Toivonen, en el Rally de Córcega de 1986.
El fatídico Rally de Córcega de 1986
Henry Toivonen marchaba líder del Rally de Córcega desde el cuarto tramo, y en la decimoséptima especial tenía una ventaja sobre el segundo clasificado de casi tres minutos.
Toivonen Accidente
Toivonen AccidenteEl piloto finlandés Henry Toivonen estaba resfriado y tras salir con su Lancia Delta S4 empezó a llover y a granizar en el trazado sobre el que discurría el rally y al rato en la llegada los asistentes y periodistas empezaban a inquietarse, Toivonen no llegaba.
Los rumores empezaron a llegar a los periodistas, un accidente del número 4, el Lancia Delta S4 de Toivonen había hecho que se retuviera la prueba.
Poco más tarde los rumores apuntaban a que el Lancia Delta S4 había estallado y sus ocupantes habían fallecido.
El fatídico desenlace
Y al final así fue, el Lancia Delta S4 de Toivonen cayó por un precipicio del trazado del Rally de Córcega, chocó contra un árbol, y el depósito del Serie B de Lancia que aseguraban que estaba fabricado en kevlar y titanio haciéndolo indestructible, estalló y acabó con la vida del piloto Henry Toivonen y su copiloto Sergio Cresto.
Ese fue el fin de aquella época dorada en que los Serie B volaban sobre los caminos de los paises en los que se celebraba el Campeonato Mundial de rallies.

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